Sabemos mucho sobre los vínculos entre la salud, el comportamiento y los estados de ánimo de una madre embarazada y el desarrollo cognitivo y psicológico de su bebé una vez que nace. Pero… ¿Cómo cambia el embarazo el cerebro de una madre? El embarazo es un período crítico para el desarrollo del sistema nervioso central en las madres. Sin embargo, no sabemos prácticamente nada al respecto.
Consulta 21, psicólogo Málaga, especialistas en psicologia y logopedia, nos cuentan más acerca de este aspecto del embarazo: En ningún otro momento en la vida de una mujer experimenta fluctuaciones hormonales tan masivas como durante el embarazo. Las investigaciones sugieren que las hormonas que intervienen en la gestación pueden preparar el cerebro de la mujer para las exigencias de la maternidad, ayudándola a sentirse menos agitada por el estrés y más en sintonía con las necesidades de su bebé. Aunque la hipótesis no ha sido probada, esta podría ser la razón por la que las mamás se despiertan cuando el bebé se mueve mientras los papás roncan 😉
Otros estudios confirman una de las quejas más comunes de las mujeres embarazadas: el llamado «Cerebro de mamá», síndrome que se basa en el deterioro de la memoria antes y después del parto. Estos cambios cognitivos y emocionales relacionados con la reproducción puede que sean un fastidio para quienes lo padecen, pero el beneficio es una madre más sensible y efectiva.
Adaptaciones para el recién nacido
Se están acumulando pruebas que demuestran que no es la adversidad prenatal por sí sola (por ejemplo, la desnutrición materna o la depresión) lo que presenta riesgos para el bebé. La congruencia entre la vida en el útero y la vida en el exterior puede importar más. Un feto cuya madre está desnutrida se adapta a la escasez y afrontará mejor la escasez de alimentos una vez que nazca, pero podría volverse obeso si come normalmente.
El tiempo también es crítico: la ansiedad materna en las primeras etapas de la gestación afecta el desarrollo cognitivo del bebé, pero los mismos altos niveles de hormonas del estrés en las últimas etapas del embarazo lo mejoran.
Así como la madre afecta permanentemente a su feto, nuevos estudios científicos sugieren que el feto hace lo mismo con la madre. El movimiento fetal, incluso cuando la madre no es consciente de ello, aumenta su ritmo cardíaco y la conductividad de su piel, dando lugar a sensaciones, que tal vez sean la preparación prenatal para la unión y relación
posterior madre-hijo.
Las células fetales pasan a través de la placenta hasta el torrente sanguíneo de la madre. Es emocionante para la
comunidad científica trabajar con las nuevas teorías que insinúan que estas células son atraídas a ciertas regiones del cerebro, que podrían estar involucradas en la optimización del comportamiento materno.
No obstante, cabe señalar que la mayoría de las investigaciones sobre el cerebro materno se han realizado con roedores, cuyos embarazos difieren enormemente de los de las mujeres, se necesita más investigación, esta vez trabajando con madres humanas. Una imagen más completa de los cambios cerebrales persistentes provocados por el embarazo dará lugar a intervenciones para ayudar a las madres en riesgo a mejorar su situación.