9 después, después de las preocupaciones, la emoción y la inmensa alegría que supone traer al mundo un nuevo miembro de la familia, muchos padres pronto comienzan a sentirse abrumados sobre cómo cuidarán al bebé recién nacido una vez que salgan del hospital.
Las primeras semanas en casa con tu nuevo bebé pueden ser un momento difícil. Es fácil sentirse abrumada cuando estás exhausta y cuidando a tu bebé las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Te contamos algunos consejos para hacer tu transición a la paternidad un poco más fácil:
Infórmate
Sin animo de despreciar los consejos de las madres veteranas, pese a su buena intención, muchas veces no están actualizados, otros, sencillamente no nos servirán, ya que cada situación es diferente.
En Internet hay mucha información sobre cuidados de bebes, como por ejemplo el portal Tu Embarazo, que acumula en su sitio web una serie de artículos seleccionados muy útiles.
Busca apoyo
Muchas madres piensan: «Soy una mujer independiente y trabajadora. He manejado mi propia vida, probablemente no necesite mucha ayuda». Estas van a ser unas semanas muy exigentes, así que deshazte de esas ideas, un poco de ayuda extra será muy útil. Siempre hay momentos de mucha presión que pueden ser aliviados por alguien de confianza, aunque sea durante 1 hora.
¿Todo listo?
Los meses de embarazo seguramente te hayan dado tiempo para hacer acopio de una buena cantidad de artículos muy útiles para el cuidado del bebé. Lamentablemente, muchas veces nos vemos bombardeadas por mucha oferta en productos de todo tipo. Ahorrarás tiempo leyendo guías de compra y comparadores de precios como los de Planeta del Bebé.
Por otra parte, una nevera y un congelador repletos de alimentos saludables pueden ser una bendición en esos primeros días con un recién nacido, ojo, no debes sucumbir a la tentación y llenarla de pizzas, embutidos y comida rápida. En el mes anterior al parto, trata de duplicar todo lo que cocinas y pon las porciones adicionales en el congelador. Las frutas, las verduras congeladas, los yogures y el pan de molde son buenas opciones porque son ligeros y con una caducidad aceptable.
La lactancia
En las primeras dos semanas con un recién nacido, se establece el ritmo y la rutina de la lactancia, pero para algunas madres primerizas, puede ser un gran desafío. Si tienes problemas para amamantar, consulta con tu médico o matrona, es algo muy normal. Éstos te ayudarán a determinar las causas, y en muchas ocasiones, te propondrán el uso de leche en polvo especial para lactantes, para utilizar de forma complementaria o sustitutiva.
Duerme todo lo que puedas
Uno de los mayores obstáculos para los nuevos padres es la privación del sueño. Los bebés pueden estar despiertos por la noche, a menudo concentran sus tomas por la madrugada y este es el momento en que estamos más acostumbrados a dormir. Muchos padres también descubren que ayuda mantener al bebé cerca de la cama por las noches. Si se atiende al bebé antes de que se desazone, quizás puedas volver a dormir más rápido.
Vigila tu recuperación
La madre ha pasado por la experiencia física y emocional del parto, y como si esto fuera poco, tienen nuevas exigencias y pocas horas de sueño. Necesitan tiempo para recuperarse. Por lo tanto, es importante comer bien, beber mucho líquido y encontrar tiempo para descansar.
Las parejas a veces pueden sentirse excluidas una vez que llega un nuevo bebé, especialmente porque la lactancia materna es el dominio exclusivo de la madre y el bebé. Pero hay muchas formas en que los padres pueden establecer su propia relación con su nuevo bebé. Los bebés son criaturas de hábitos y si papá no los calma desde el principio, muy pronto sólo lo hará el toque de su mamá.
¿Te sientes triste?
Alrededor del 80% de las madres primerizas experimentan un episodio de llanto y tristeza durante la primera semana posterior al parto (a menudo llamada «depresión posparto»), no te preocupes, se pasa rápidamente.
Entre el 10% y el 20% desarrolla una depresión más grave de la depresión posparto. Si persisten los sentimientos de infelicidad, agotamiento, irritabilidad o ansiedad, debes buscar ayuda. Una vez más, una consulta a tu médico de familia será un buen punto de partida en el camino a la recuperación.