La circulación venosa juega un papel esencial en nuestro sistema circulatorio, así como en nuestra salud general. Nuestras venas son las encargadas de transportar la sangre desoxigenada desde diferentes partes de nuestro cuerpo de vuelta al corazón, para mantener nuestro sistema circulatorio funcionando adecuadamente.
Cuando nuestras venas no pueden devolver la sangre desoxigenada al corazón desde nuestras extremidades, nuestra circulación se ve afectada. Esto puede llevar a una hinchazón dolorosa de las piernas, varices, piernas doloridas y otros síntomas que responden a las enfermedades venosas.
Tengas o no antecedentes familiares de mala circulación venosa, mejorarla puede mejorar significativamente tu calidad de vida y prevenir que los síntomas existentes empeoren. Vamos a revisar las diferentes opciones que existen a día de hoy para mejorar esta afección, ten en cuenta que muchas veces la combinación de varias opciones es lo más efectivo.
Eliminar los problemas de circulación
Miles de personas en todo el país sufren de dolor en las piernas causado por una mala circulación. Esto ocurre cuando la sangre no fluye adecuadamente al corazón y comienza a acumularse en las piernas.
Sin duda la mejor opción es tomar un medicamento para la circulación venosa que haya demostrado su eficacia como el Daflon, que se ha consagrado como el medicamento más recetado por médicos especialistas para tratar enfermedades venosas. Tu médico o farmacéutico podrá asesorarte sobre la mejor opción para tu caso concreto.
No obstante, cambiar tus hábitos te ayudará a aliviar los síntomas, y en última instancia contribuirá a no empeorar. Promover una buena circulación puede ayudar a reducir los molestos dolores, la hinchazón y el entumecimiento de las extremidades, especialmente en las piernas.
Aunque la enfermedad venosa es común, existen numerosas formas de tratar los síntomas leves y retrasar su progresión:
Pon tus piernas en alto
Para aliviar el dolor en la parte inferior de las piernas, elévalas por encima del nivel del corazón. Incluso si no tienes una necesidad médica para hacerlo, elevar tus piernas puede ayudarte a revertir los efectos de la gravedad sobre nuestras piernas y eliminar el líquido estancado que puede acumularse entre las células de los tejidos.
Haz ejercicio regularmente
La mayoría de las personas sabemos que el ejercicio regular es bueno para nuestra salud, pero si tienes una enfermedad de tipo circulatorio hay una razón más para hacer ejercicio: Hace que la sangre fluya. Sólo una caminata rápida por la mañana puede mejorar la circulación y la salud de la parte inferior de las piernas.
Utiliza medias de compresión
Las medias de compresión son utilizadas por personas con circulación deficiente -y por atletas- para maximizar el flujo sanguíneo venoso en la parte inferior de las piernas. Están diseñados para aplicar una ligera presión, lo que ayuda a combatir la gravedad y permite que la sangre fluya en su viaje de regreso al corazón de manera más eficiente.
Haz dieta sana
La dieta juega un papel importante en la salud del sistema vascular. Las comidas precocinadas, el azúcar y los alimentos que contienen grandes cantidades de sal pueden causar estragos en nuestras venas y ralentizar la circulación.
Tanto si sufres de los síntomas de una enfermedad venosa como si no, mejorar la circulación te beneficiará de muchas formas. Desde dormir bien hasta acelerar el tiempo de recuperación después de un esfuerzo físico o un día de duro trabajo, mejorar nuestro flujo sanguíneo es la clave para mejorar la salud en general.