Hay cierta confusión sobre la diferencia entre las mascarillas FFP y las mascarillas quirúrgicas. Hay una clara diferencia entre ellas, pero vamos a resumir otras diferencias no tan evidentes.
Ambas mascarillas varían en cuanto a su uso, se ajustan a la cara y requieren pruebas y homologaciones antes de salir al mercado.
Mascarillas quirúrgicas
Una mascarilla quirúrgica de Tipo II o de Nivel 2 es lo que se podría resumir como una mascarilla «normal» utilizada a diario. El Tipo II es un estándar europeo, adicionalmente, las Tipo IIR son también resistentes a los fluidos.
Son una de las mascarillas higiénicas online más demandadas, no van muy apretadas a la cara, cubren la nariz y la boca, y están destinadas en primer lugar a proteger al paciente y al entorno de trabajo de los patógenos que podrían desprenderse de las gotitas líquidas y los aerosoles procedentes de la nariz y la boca de quien la lleva. Hasta cierto punto también protegen la cara del usuario de posibles salpicaduras potencialmente contaminadas.
No tienen un diseño adecuado para un ajuste perfecto, son de un solo uso, por lo que después de un día de uso deben ser desechadas, cuando están ya supuestamente contaminadas por coronavirus u otros fluidos corporales. Recuerda que siempre deben desecharse en la basura o un contenedor especializado.
En España, las mascarillas quirúrgicas deben llevar la marca CE y cumplir con los requisitos definidos en la normativa europea EN 14683, garantizando su construcción, diseño y prestaciones técnicas, entre las que destacan los siguientes factores:
- Eficiencia de filtración bacteriana, que mide el porcentaje de eficiencia con el que la máscara facial filtra los microbios que pasan a través del tejido.
- Resistencia respiratoria, que determina la permeabilidad al aire de la máscara, y determina su «respirabilidad». Se mide determinando la diferencia de presión a través de la máscara en condiciones específicas de flujo de aire, temperatura y humedad.
- Resistencia a las salpicaduras, que mide la resistencia a los fluidos de la máscara.
¿Protegen las mascarillas FFP2 y FFP3 contra el Coronavirus?
Las mascarillas respiratorias se clasifican utilizando los códigos FFP1, FFP2 y FFP3 bajo la norma EN 149-2001+A1-2009. Estas mascarillas respiratorias se ajustan muy bien a la cara y quedan casi selladas con la piel, están diseñadas para proteger contra sólidos, aerosoles a base de agua y aerosoles a base de aceite. Pueden venir con o sin válvula. Aquellas que vienen sin válvulas proporcionan una protección bidireccional al filtrar tanto la entrada como la salida de aire.
La norma supervisa la eficiencia de los filtros y la resistencia de la respiración. Cuanto más alto sea el número de FFP, más protección puede proporcionar el respirador si se utiliza correctamente.
Coronavirus y mascarillas con válvula
Las mascarillas con válvula hacen que la exhalación de aire sea más rápida y fácil en comparación con las mascarillas estándar, por lo que pueden ser más cómodas de llevar. Además, se tiende a acumular menos humedad en su interior. Sin embargo, también pueden dejar salir partículas desde su interior al aire sin filtrar, por lo que no son adecuadas para llevarlas en una situación de epidemia como la vivida durante estos meses.
¿Qué mascarilla es la que más protege contra el COVID-19?
Las mascarillas quirúrgicas estándar son tan eficaces como las mascarillas FFP2 para prevenir los brotes de enfermedades respiratorias virales como la gripe o el nuevo coronavirus. Aún no se ha publicado ningún ensayo clínico oficial ante el COVID-19. Ambos tipos de mascarillas pueden usarse en combinación con otras medidas prevención y distanciamiento social.